domingo, 27 de mayo de 2012

La Diosa de la Primavera



En la escena  de la derecha aparece Céfiro, el viento de la primavera, que persigue velozmente a Cloris, la inocente ninfa de la tierra. Con las mejillas hinchadas, aquel irrumpe desde detrás de un árbol que se arquea por el impacto. Cloris intenta escapar de su abrazo, pero cuando Céfiro la toca, unas flores surgen de su aliento y se transforma en Flora, la resplandeciente mensajera de la primavera.


En el centro del cuadro se encuentra Venus, y encima suyo un Cupido cuyo enérgico movimiento resalta, por contraste con el gesto sensato de la diosa.


Ala izquierda están las tres gracias.
El rostro de la primera denota tristeza y una melancolía tímida y pensativa.
Al contrario que la de la izquierda que da un paso hacia ella con expresión decidida.
La tercera gracia es la más atractiva del grupo y luce su belleza con sabio orgullo.

La gracia central vuelve la espalda al mundo y mira al Más Allá. Su mirada se dirige hacia Mercurio, que se ha apartado de la escena y juega con unas nubes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario